El Responsable de Gobernanza de IA se encarga de diseñar, implementar y supervisar los marcos éticos, regulatorios y operativos que guían el uso responsable de la inteligencia artificial dentro de una organización. Su labor consiste en establecer políticas claras sobre transparencia, explicabilidad, trazabilidad y gestión de riesgos, alineando las prácticas tecnológicas con las regulaciones internacionales y los valores corporativos.

Ejemplo: En una empresa de salud digital, el Responsable de Gobernanza de IA puede implementar un sistema interno de revisión ética para evaluar los algoritmos que procesan datos médicos, asegurando que cumplan con los estándares del EU AI Act y las directrices de la OECD sobre IA confiable.

Fuente: OECD – Principles on Artificial Intelligence (2019)

El Auditor de Sistemas de IA evalúa la integridad técnica, ética y legal de los modelos de inteligencia artificial, verificando que cumplan con estándares como la ISO/IEC 42001. Su trabajo abarca desde la revisión de datasets hasta la evaluación de sesgos, impacto social y cumplimiento normativo. Su presencia es fundamental para garantizar la rendición de cuentas y reforzar la confianza pública en la tecnología.

Ejemplo: Una administración pública que utiliza IA para asignar becas educativas puede contratar un auditor independiente para revisar el algoritmo y asegurar que no discrimine por género o condición socioeconómica.

Fuente: ISO/IEC 42001:2023 – Sistemas de Gestión de Inteligencia Artificial

El Oficial de Cumplimiento en IA supervisa que los sistemas y procesos basados en inteligencia artificial se adhieran a las normativas legales, éticas y corporativas. Su enfoque combina derecho digital, gobernanza tecnológica y gestión de riesgos. Este perfil garantiza que el uso de la IA esté alineado con las políticas de privacidad, equidad y responsabilidad empresarial.

Ejemplo: En una fintech que utiliza IA para detección de fraude, el AI Compliance Officer se encarga de coordinar revisiones legales periódicas, validar la trazabilidad de decisiones automatizadas y elaborar reportes regulatorios conforme a la Directiva de Servicios Digitales de la UE.

Fuente: European Union – Artificial Intelligence Act (2024)

El Ético de IA evalúa los dilemas morales y sociales vinculados al diseño, desarrollo y despliegue de sistemas inteligentes. Colabora con equipos interdisciplinarios para integrar valores humanos —como justicia, autonomía y respeto a la privacidad— en todas las fases del ciclo de vida del algoritmo. Este perfil promueve una cultura organizacional de responsabilidad y sensibilidad social frente a la automatización.

Ejemplo: Una empresa de tecnología educativa puede contar con un Ético de IA para revisar cómo los modelos adaptativos afectan el aprendizaje de niños, evitando sesgos que refuercen desigualdades de acceso o desempeño.

Fuente: UNESCO – Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial (2021)

El auge de estos roles responde al aumento de regulaciones, como el EU AI Act y las normas ISO sobre gestión ética de IA, junto con la creciente demanda de confianza social. Las organizaciones buscan profesionales capaces de anticipar riesgos, cumplir con obligaciones de transparencia y gestionar el impacto reputacional derivado del uso de sistemas automatizados. Estos perfiles son estratégicos para garantizar sostenibilidad, credibilidad y competitividad.

Ejemplo: Gobiernos nacionales han comenzado a incorporar Unidades de Ética y Gobernanza de IA, como en Canadá y España, donde se evalúan los riesgos sociales y se establecen mecanismos de auditoría antes de aprobar proyectos públicos de IA.

Fuente: NIST – AI Risk Management Framework (2023)